Se trata de una apertura gradual bajo estrictas medidas de seguridad
Tras el cierre de todas sus plantas en EEUU durante el mes de marzo, BOEING retoma la mayoría de proyectos y operaciones en el área de defensa a principios de abril, con la incorporación de 2.500 empleados.
Una semana después, retoma la producción de sus aviones comerciales por fases, comenzando el 16 de abril con su planta en la región de PugetSound, en el estado de Washington, bajo extremas medidas de seguridad para evitar la propagación del COVID-19. Regresan a sus puestos de trabajo de aproximadamente 27.000 empleados para la producción de los 747, 767, 777 y 787. Le sigue la planta de Philadelphia que retoma operaciones el 20 de abril.
La planta de South Carolina se mantiene cerrada por el momento.
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