Seleccionar página

Basquexport

La plataforma que te ayuda a vender
en mercados internacionales.

Noticias

El Brexit ya es una realidad desde el pasado 1 de enero y las empresas vascas implantadas en el Reino Unido deben adaptarse a las nuevas reglas, como los nuevos visados puestos en marcha. Una jornada telemática (que se puede volver a ver por el canal de youtube del Grupo SPRI) organizada por la Agencia Vasca de Internacionalización ha servido para conocer los nuevos requisitos.

Pablo Fano, director de la oficina en Londres de la Agencia Vasco de Internacionalización, ha abierto la jornada señalando que, tras un estudio de la entidad, han llegado a la conclusión de que las dudas de las empresas con el Brexit se centran en cuatro áreas: la movilidad, la certificación de productos, los aranceles y la fiscalidad e IVA.  Por ello, este martes se ha celebrado la primera jornada telemática que ha abordado la movilidad, a la que seguirán otras tres en los próximos meses con las otras temáticas.

En la jornada, donde se ha abordado el marco migratorio (la manera de ir a trabajar o estudiar) y los viajes de negocio, ha intervenido Diana Matsinde, manager de inmigración la empresa Newland Chase, especializada en los trámites tras el Brexit. Ha explicado que desde enero el Reino Unido tiene un visado para trabajar por puntos, que da prioridad a las habilidades y talento, en vez de la procedencia.

Matsinde ha revelado que fundamentalmente hay dos visados: uno de trabajador cualificado, “que es una entrada con tiempo largo con posibilidad de lograr la residencia permanente y requiere un mayor nivel de inglés” y el intraempresarial, que permite a un trabajador ir por cinco años. “Es un sistema por puntos: hay que lograr 70. Y 20 puntos son para una empresa que tenga una licencia de patrocinio. Sin ella, los dos visados no se pueden lograr”.

 

“Hay que estar actualizado de lo que es permitido o no”

La experta ha agregado que las visitas por negocio solo requieren el pasaporte.” Pero las reglas de inmigración cambian constantemente y hay que estar actualizado de lo que es permitido o no. Se puede negociar o vender un contrato, pero no vender directamente”. Matsinde ha recordado que un empleado de un fabricante extranjero puede dar servicio a un cliente en Reino Unido si existe un contrato de suministro, compra o arrendamiento. “Entre las actividades no permitidas, están que no puede conseguir un empleo, trabajar para una empresa británica, administrar una empresa como autónomo”.

Roger Llaveria, ejecutivo de ventas de Newland Chase, ha afirmado que su empresa gestiona la idoneidad de los viajes de las empresas. “Con una breve encuesta determinamos si encaja en un viaje de negocio y, en caso positivo, tendría un documento de conformidad. Tiene un coste de 25 euros”. Además, ha expuesto que otra solución es la guía de entrada, una herramienta gratuita, que solo requiere datos de dónde se viaja y a qué país se llega.

En el turno de preguntas, se ha hablado de los trabajadores expatriados, que pueden conseguir visas para la familia, pero solo para el tiempo en que está trabajando. Además, para ir al Reino Unido la presentación del DNI solo es válida hasta el 30 de septiembre, fecha a partir de la cual es obligatorio el pasaporte.

Los costos de los visados también han sido objeto de preguntas por los asistentes a la jornada. Diana Matsinde ha señalado que van desde los 1.000 euros al año para un trabajador hasta los 600 euros por persona en visados particulares, a lo que se une el pago de 624 libras por acceso al servicio médico. “He visto facturas de 10.000., hasta 20.000, depende del tamaño de la familia”.

La situación de los residentes en Reino Unido antes del Brexit, los denominados pre-settled status, ha sido igualmente abordada. “El visado sigue válido, pero hay que estar atento a las reglas. Cuando llegues a los cinco años, tienes que hacer una solicitud. En cuanto a la visita familiar, depende del tipo: si está casado se puede hacer petición, pero si es un pariente, es más difícil y hay que estudiar el caso”.

Descarga el informe AQUÍ

21419_BREXIT-Y-MOVILIDAD