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Blog de internacionalización

13/03/23

Álava alberga al único fabricante de maquinaria para etiquetas de alto valor añadido

A día de hoy es la única firma en España que dedica su actividad a desarrollar y ensamblar máquinas para el etiquetado de alto valor añadido. Etiquetas presentes, entre otros, en sectores donde la influencia del marketing visual resulta estratégica, como el de las bebidas espirituosas, alimentación o productos cosméticos. Con sede en Júndiz y una plantilla de 20 personas, forma parte desde el pasado año de Lemu Group (Ibarra, Gipuzkoa), el fabricante de maquinaria para la industria del papel y el cartón, advierte su CEO, Josu Álvarez Ruiz.

 ¿A qué se debe que sean la única empresa en el Estado que se dedica a esta actividad?

Dentro de la fabricación de máquinas de etiqueta adhesiva podemos dividir el mercado en dos grupos: los clientes que realizan grandes fabricaciones, habitualmente de bajo valor añadido; y por el otro, clientes que realizan volúmenes de fabricación más pequeños y productos más especializados, con la diferenciación del embellecimiento del mismo y que ofrece más valor añadido. Nosotros estamos en la fabricación de equipos para este segundo grupo, puesto que es algo que nos diferencia del resto en términos de precisión, calidad y productividad.

¿Qué barreras hay que sortear a la hora de entrar en un sector de esta especialización? 

Somos una empresa con mucha experiencia en realizar máquinas de calidad, lo que nos ha permitido que aun siendo una pyme podamos competir con grandes multinacionales de todo el mundo. La barrera de entrada de otros fabricantes en el ámbito nacional es principalmente la inversión inicial en I+D, ya que son desarrollos costosos y continuos. La otra gran barrera es el know-how, puesto que los profesionales de Mida junto con nuestros colaboradores, tenemos mucha experiencia en este tipo de equipos de impresión, facilitándonos los nuevos desarrollos.

Se cumplen estos días 30 años de su fundación en Vitoria-Gasteiz, ¿en qué contexto se produjo el nacimiento de la empresa?

Fue mi padre Jesús y su socio, Fernando Calzada, quienes realizaron un estudio de mercado entonces en el cual la etiqueta adhesiva estaba iniciando el crecimiento con unas perspectivas a LP muy interesantes. Debido  a que tenían gran experiencia tanto en ingeniería como en desarrollo mecánico, decidieron diseñar y desarrollar un equipo muy polivalente en aquel entonces, algo muy interesante para empresas que empezaban en el sector. Esto fue todo un éxito, lo que permitió ir desarrollando nuevos productos hasta el día de hoy, donde todavía mi padre sigue ligado a la Innovación aportando su experiencia.

 ¿Cuándo nos referimos a las etiquetas que se imprimen en sus máquinas, de qué tipo de productos estamos hablando?

 Nuestros principales sectores son las bebidas espirituosas (vino, cava, ron, ginebra, mezcal...), perfumería de alta gama y cosmética. En general, todo producto que se quiera diferenciar por su calidad y que requiera de una imagen lo suficientemente potente como para ofrecer garantías al cliente final en su primera compra.

 Suele decirse en este sector que la etiqueta es el vendedor silencioso. ¿Qué hace que una etiqueta tenga Alto Valor Añadido?

Puede tener papeles exclusivos, buenos diseños… Pero donde realmente compiten nuestras máquinas son con estampación en caliente (efectos metalizados de las etiquetas), relieves serigráficos (zonas de la etiqueta que tiene como un relieve brillante), extracción de formas (somos capaces de realizar agujeros acordes al diseño), etiquetas multicapa (con varios materiales), registro excepcional… También somos capaces de insertar a las etiquetas chips tipo RFID o NFC... En fin, casi todo lo que se pueda ocurrir para diferenciarte del resto de productos en un lineal.

¿Existen las etiquetas imposibles?

¡Por supuesto! La creatividad en un ordenador no siempre es posible plasmarla en un producto tangible y todo tiene sus limitaciones.

Lo que está claro es que nosotros intentamos identificar las tendencias de los diseñadores en diferentes mercados y buscar fórmulas para poder desarrollar esas etiquetas. Somos una pyme que competimos con grandes multinacionales y al igual que nuestros clientes intentamos realizar desarrollos únicos que nos diferencia de las grandes marcas. Por eso es muy importante escuchar al cliente, ya que ellos tienen la llave de las futuras máquinas. Solemos decir que en lugar de intentar imponer lo que tienes a día de hoy, piensa en desarrollar lo que realmente necesitan tus clientes.

 ¿Dónde está su competencia?

En Italia, Inglaterra, Dinamarca, Japón y cada vez más empiezan a llegar productos de China. La mayoría de estos competidores son multinacionales con numerosas líneas de negocio y un músculo financiero para el I+D brutal, y con ellos nos toca lidiar. Por eso recientemente hemos tomado la decisión de entrar a formar parte de Lemu Group, un grupo con base en Tolosa y especialista en siete mercados relacionados con nuestro nicho de mercado que nos está permitiendo competir con mayores garantías.

¿Y cuál sus clientes?

Nuestros clientes son principalmente empresas que se dedican a la fabricación de etiqueta autoadhesiva o que están en la imprenta tradicional de plano y están incluyendo nuevas líneas como la fabricación de etiquetas. Nuestros mercados de referencia son España, Francia, Italia, Portugal, y estamos abriendo nuevas líneas de negocio en otros países como Chile y Estados Unidos y México, donde estamos haciendo un gran esfuerzo en colocar nuestros primeros equipos.

¿Hasta qué punto o de qué modo la 'guerra' al plástico está afectando a su sector?

Actualmente, y según lo publicado en el Ministerio de Industria, la etiqueta adhesiva está exenta de cualquier tasa extra. Lo que está claro es que cada vez se sensibiliza más a la población en este sentido y los fabricantes de materiales están sacando cada vez más productos con mayores porcentajes de reciclado y con menor impacto en el medio ambiente. Es evidente que en los próximos años estos materiales se irán modificando aunque aún hay millones de etiquetas que se fabrican en plástico diariamente que realmente no tienen un producto de sustitución. Hay que recordar que, por ley, el envase tiene que tener una identificación, de ahí que la etiqueta muchas veces hace las veces del DNI del producto.

 Viendo cómo transcurrió 2022, ¿qué pinta tiene el presente 2023?

El inicio del 2022 no fue bueno y menos aún con la inseguridad e inflación que nos ofrecía la Guerra de Ucrania. A partir de mediados de año, y debido a que nuestros clientes no han parado de fabricar en ningún momento y que existía una mayor seguridad en el comportamiento del mercado, han empezado a realizar las inversiones que en muchos casos tenían paradas desde antes de la pandemia. Este 2023 ha empezado con la misma tendencia que la segunda mitad del anterior, por lo que si seguimos con este desarrollo podríamos hacer un año incluso mejor de los anteriores a la pandemia.