La reina Isabel II aprobó el pasado miércoles la propuesta de Boris Johnson de suspender toda actividad del Parlamento británico desde el 10 de septiembre hasta el 14 de octubre, lo que ha desatado un gran revuelo en el Reino Unido. Las sesiones parlamentarias se reanudarían a tan solo dos semanas de la fecha de salida, dejando poco margen de maniobra al gobierno británico para encontrar una solución alternativa a una salida abrupta. Las claves del proceso son las siguientes:
¿Qué es la suspensión parlamentaria?
Una suspensión o prórroga parlamentaria marca el final del periodo actual de sesiones parlamentarias, y es fruto de una orden de la Reina de Inglaterra, que previamente ha sido aconsejada por el Primer Ministro. Durante este periodo, todas las propuestas legislativas en trámite quedan disueltas, siendo necesario comenzar un nuevo procedimiento en el siguiente curso parlamentario.
Por norma general, la suspensión parlamentaria tiene carácter anual y se suele prolongar unas dos semanas, periodo tras el cual Isabel II da el tradicional discurso de la Reina, en el que indica las líneas de actuación para la siguiente legislatura, previamente redactadas por el Gobierno vigente. Sin embargo, la última prórroga tuvo lugar en 2017 (siendo la legislatura actual la más larga de la historia del Reino Unido), debido a la ingente cantidad de temas pendientes de legislar antes del Brexit.
¿Por qué la Reina ha accedido a esta solicitud?
La suspensión parlamentaria precisa de la solicitud del Primer Ministro y del visto bueno de la Reina, por lo que Isabel II, en teoría, sí que podría haber denegado. la propuesta de Johnson. Sin embargo, en la práctica este suceso era poco probable, ya que hubiera ido en contra de la postura neutral que ha mantenido la monarca británica en sus más de 65 años de mandato, tratando de actuar siempre en cohesión con el Gobierno que estuviera al frente. De hecho, no son pocos los políticos británicos que acusan a Boris Johnson de aprovechar esta circunstancia de poner a la Reina en un peliagudo compromiso, al límite de una «crisis institucional», con tal de eludir las elecciones generales y forzar una salida de la UE el 31 de octubre.
¿Qué sucederá hasta el 31 de octubre?
- 3 de septiembre: los parlamentarios regresan a la Cámara de los Comunes tras las vacaciones veraniegas. Los opositores de Johnson podrían tratar detener el Brexit sin acuerdo del 31 de octubre con un voto de desconfianza hacia el actual Primer Ministro y convocar elecciones generales para derrocar al líder conservador.
- 9 – 12 de septiembre: se suspende el Parlamento hasta que la Reina pronuncie su discurso el 14 de octubre.
- 21 – 25 de septiembre: se celebra la conferencia anual del partido laborista en Brighton.
- 27 de septiembre – 2 de octubre: se celebra la conferencia anual del partido conservador en Manchester.
- 14 de octubre: se reanudan las sesiones parlamentarias con el discurso de la Reina en la Cámara de los Comunes.
- 17 – 18 de octubre: tiene lugar una cumbre de líderes europeos, donde Boris Johnson aclarará si tiene intención de salir de la UE con o sin acuerdo.
- 21 – 22 de octubre: Johnson promete que los parlamentarios podrán votar para sobre la estrategia de Brexit a seguir. Los diputados, por su parte, se quedan sin tiempo para poder derrocar al gobierno vigente.
- 26 – 27 de octubre: en caso de que Johnson haya negociado un acuerdo Bruselas, los parlamentarios podrían trabajar este fin de semana para aprobar una revisión del acuerdo retirada negociado por May en su momento.
- 31 de octubre: Brexit day, donde el «do or die» de Johnson cobrará efecto.
- 7 de noviembre: en caso de que los parlamentarios hayan logrado detener el Brexit, sería una posible fecha para celebrar elecciones generales de «pueblo vs parlamento».
Fuente: El País, Financial Times