Con esta medida se pretende proteger los puestos de trabajo de los ciudadanos estadounidenses ante el espectacular crecimiento del desempleo provocado por la crisis sanitaria.
El 20 de abril el Presidente Trump anunció, mediante un tweet, la suspensión temporal de la inmigración en EEUU con el objetivo de proteger los puestos de trabajo de los ciudadanos estadounidenses ante el espectacular crecimiento del desempleo provocado por la crisis sanitaria.
Tras esta polémica declaración inicial, Trump ha matizado posteriormente que esta medida solo se aplicará a las personas que están solicitando un permiso de residencia permanente o green card y por un plazo de 60 días, y que no afectará a los trabajadores que entran a EEUU con visados temporales, muchos de los cuales desempeñan sus actividades en sectores considerados esenciales como sanidad y plantas de procesamiento de alimentos.
La Casa Blanca está terminando la redacción de la orden ejecutiva pero lo cierto es que en la práctica, la inmigración ya se había paralizado indirectamente desde la expansión de la pandemia ya que la mayoría de los consulados estadounidenses están cerrados y sólo se están tramitando visados diplomáticos, humanitarios o de extrema urgencia.