La UE y los Estados Unidos acordaron, el 5 de marzo, suspender por un período de cuatro meses todas las medidas de represalia arancelaria sobre las exportaciones de ambas partes impuestas con motivo de las diferencias sobre Airbus y Boeing en el marco de la OMC. Esta suspensión supone un importante impulso para los exportadores de la Unión, pues los Estados Unidos habían recibido la autorización para poder aumentar los aranceles sobre exportaciones de la Unión por valor de 7.500 millones de dólares (USD). Del mismo modo, la Unión suspenderá los aranceles sobre exportaciones estadounidenses por valor de 4.000 millones USD.
Sin embargo, esto no significa que el conflicto transatlántico llegue a su fin. Tal y como recoge la publicación POLITICO, el problema más inminente del presidente Biden son los aranceles europeos, impuestos en represalia por los aranceles de Trump sobre el acero y el aluminio en 2018, que se duplicarán automáticamente el próximo 1 de junio. Así se establece en el Reglamento de ejecución (UE) 2018/886 de la Comisión, de 20 de junio de 2018, sobre determinadas medidas de política comercial relativas a determinados productos originarios de los Estados Unidos de América, en concreto en el artículo 2.
Los aranceles europeos han castigado a las principales exportaciones estadounidenses de whisky bourbon, pantalones vaqueros, zumo de naranja, tabaco, mantequilla de cacahuete, yates y motocicletas Harley-Davidson. La aplicación de los derechos de aduana adicionales automáticamente a partir del 1 de junio de 2021 significaría que el whisky bourbon, el producto más valioso afectado por la represalia europea, se enfrentará aranceles adicionales del 50 %, frente al 25 % actual. Si bien tanto la UE como los Estados Unidos han dicho que les gustaría evitar esa escalada, no hay una salida inmediata de esta crisis porque Biden se enfrenta la presión interna de las acerías, los sindicatos y algunas partes de su partido para mantener los aranceles al acero.
Finalmente, la UE y los Estados Unidos concluyeron, el 8 de marzo, las negociaciones para ajustar los contingentes arancelarios agrícolas de la OMC correspondientes a la UE, tras la retirada del Reino Unido de la UE. Así culminan dos años de negociaciones en el marco de la OMC para dividir estos contingentes arancelarios de la UE, quedando parte del volumen para la EU-27 y parte para el Reino Unido, sobre la base de los flujos comerciales recientes. El acuerdo abarca docenas de contingentes arancelarios y miles de millones de euros de comercio, por ejemplo, de carne de vacuno, aves de corral, arroz, productos lácteos, frutas y hortalizas y vinos.