Una jornada organizada por la Agencia Vasca de Internacionalización aporta datos de las ayudas de la UE a través del instrumento IPA.
Turquía es un mercado importante para Euskadi y, de hecho, las importaciones de este país de Euskadi han crecido un 46% en el último año, con un importe de 113,6 millones de euros. Una jornada telemática organizada por la Agencia Vasca de Internacionalización, dependiente del Grupo SPRI, ha mostrado las oportunidades de inversión en ese país y ha dado detalles de las ayudas de la UE a través del Instrumento IPA, creado para los países candidatos a integrarse en la Unión Europea.
En la jornada, que ha sido abierta por Miren Madinabeitia, de la Agencia vasca de Internacionalización, ha intervenido Nazli Seza Onat, consejera comercial de la Embajada de Turquía, quien ha detallado las ventajas del mercado turco, con una similar cultura y estilo de negocios, buenas comunicaciones o un régimen fiscal transparente. Ha resaltado que, con Euskadi, hay mucha colaboración en sectores como la energía, salud, transporte, maquinaria, farmacia o logística.
Fatih Celik, experto de la Oficina de Inversiones de la Presidencia de Turquía, ha destacado los competitivos costes laborales, una fuerte presencia internacional de multinacionales o el alza de la industria manufacturera, que “en los últimos cinco años ha crecido un 25%”.
Celik ha resaltado los cerca de 85.000 millones de euros de inversiones en proyectos de infraestructura en los últimos cinco años, como el tercer aeropuerto de Estambul, un hospital público o el tercer puente de Estambul “y se prevé invertir otros 325 billones para 2023”.
Ha señalado que las oportunidades de inversión se centran en la automoción, con 1,5 millones de vehículos producidos al año, la manufacturera, con un mercado de casi 30.000 millones de euros, la energía, con un mercado de más de 55.000 millones, las biociencias o las infraestructuras.
También ha participado en la jornada Andrés Moyá, responsable de programas del Instrumento IPA para Turquía, un fondo europeo para apoyar a los países candidatos a integrarse en la Unión Europea.
Es un fondo que nació en 2007, con 11.500 millones y, en su tercera edición, para los próximos siete años cuenta con una dotación de 12.500 millones. Beneficia a siete países: Turquía y siete de los Balcanes que están fuera de la UE. Turquía ha sido el que más fondos ha recibido: en la anterior edición del IPA, de 2014 a 2020, percibió 3.100 millones.
“El objetivo final”, ha afirmado Moyá, “es que haya una armonización legislativa de los países candidatos, que puedan hacer cambios normativos y tengan capacidad para administrar los fondos que reciban cuando entren en la UE. Deben tener las estructuras necesarias para gestionarlos con la mayor eficiencia y acorde a las normas comunitarias”.
Para la tercera edición del programa IPA, Moyá ha explicado que aún “no está fijado el dinero para cada uno de los siete países. Se irán fijando según los proyectos que se presenten, las carencias y donde más se vea el apoyo”. La novedad es que se tienen que definir estrategias sobre las deficiencias que tienen esos siete países y “que los proyectos tengan madurez para echar a andar y no haya retrasos”.
La jornada ha sido clausurada por Miren Madinabeitia, quien ha presentado las conclusiones de un estudio elaborado por la Agencia Vasca de Internacionalización, que indica que en Turquía hay 14 plantas productivas vascas y los principales sectores son las energías renovables y la máquina- herramienta. El estudio detecta oportunidades para la automoción, el ferrocarril y los dispositivos médicos.
Aquí la jornada completa: