La empresa vasca ya está trabajando con los recursos que pone a su disposición el Gobierno Vasco, actuando de catalizadores de esa transformación.
Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, ha respondido esta mañana a preguntas de Radio Euskadi en una entrevista en la que destacan los siguientes temas:
La recaudación constatada por el Consejo Vasco de Finanzas permite dar un impulso definitivo a los proyectos prioritarios para transformar la economía vasca.
La situación económica permite abordar proyectos transformadores. “En Euskadi nos hemos caracterizado por impulsar esos proyectos de forma público-privada y lo vamos a seguir haciendo así. Aunque los fondos europeos están llegando con cuentagotas. Han llegado recursos para economía circular, plan moves o digitalización…, pero los grandes recursos todavía no tienen ni definición ni programa articulado, y son los que desde el tejido productivo se están demandando”.
“Confiamos en que el año 2022 sea el año de apoyar esas oportunidades para empresas transformadoras y esos fondos lleguen. Si atendemos a nuestro porcentaje de PIB, o por aportación CUPO, no están llegando los recursos correspondientes. Pero quiero ser optimista y pensar que llegarán para equilibrar algo esa balanza, porque hasta el día de hoy estamos muy por debajo de lo que nos corresponde recibir”.
La iniciativa Basque Industry 4.0 está actuando como catalizador, con un programa de ayudas a Pymes que el Gobierno Vasco aporta cada año, en 2022 más de 500 millones de euros, y que tiene una respuesta optima desde las empresas.
Energía: “El Gobierno Vasco plantea al Estado cambios en el modelo y la tarifa eléctrica, buscando un largo plazo más estable. Además, hay una parte común europea que nos tiene que llevar a reducir la tarifa para mejorar la competitividad. Tenemos tarea porque debemos ser capaces de tener un mix energético con un suministro y precios estables; y trabajar en las renovables tanto con instalaciones grandes como pequeñas, y dar una oportunidad al hidrógeno. Hay que acelerar la descarbonización sí, pero planificándola bien, estableciendo una hoja de ruta que nos permita llegar al objetivo de forma adecuada”.