Theresa May declaró ayer en una reunión del partido conservador que presentará por cuarta vez el acuerdo del Brexit ante el Parlamento de Reino Unido para celebrar una nueva votación durante la primera semana de junio.
Además, indicó que esa misma semana, con independencia del resultado de esta votación, presentaría los detalles sobre su plan de dimisión.
La primera ministra ha recibido durante meses una gran presión para renunciar a su puesto, y el sentimiento general es que no permanecerá en él por mucho más tiempo. A los tres intentos fallidos de conseguir el apoyo parlamentario para el plan del Brexit y las consecuentes críticas, se han sumado la intención de varios diputados conservadores el pasado mes de abril de modificar las leyes internas del partido que impiden que se presente una nueva moción de confianza contra ella, el duro golpe que han supuesto para el partido los resultados de las elecciones locales y el potencial presagio que establecen de cara a las elecciones al Parlamento Europeo y el anuncio de alrededor de 800 activistas conservadores de celebrar una moción de confianza no vinculante contra ella el próximo 15 de junio.
Boris Johnson, quien fue ministro de Asuntos Exteriores durante el mandato de May y anteriormente alcalde de Londres, confirmó que se presentaría como candidato a sucederla como líder de los conservadores. Otros nombres que se barajan son Michael Gove (actual ministro de medio ambiente), Amber Rudd (ministra de empleo), Sajid Javid (ministro del interior), Dominic Raab (antiguo ministro para la salida de Reino Unido de la UE), Jeremy Hunt (ministro de asuntos exteriores), Penny Mordaunt (minsitra de defensa) o Liz Truss (ministra del tesoro).
Desde el tercer rechazo parlamentario al acuerdo de salida negociado con la UE, Theresa May inició conversaciones con el laborista Jeremy Corbyn para tratar de desbloquear la situación. La pretensión del líder de la oposición es conseguir una unión aduanera permanente con la UE tras la salida, lo que muchos conservadores interpretan como una falta de cumplimiento con el resultado del referéndum. Además, los laboristas han manifestado sus dudas respecto a la fortaleza de la líder conservadora.
En este sentido, se ha dado a conocer que Corbyn ha escrito a May poniendo fin a las conversaciones ante la “incremental debilidad y estabilidad” de su gobierno, sin haber alcanzado al parecer un consenso. Por el momento la primera ministra no se ha pronunciado al respecto.
Fuentes: Financial Times, BBC News, The Guardian, The Telegraph.
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