El Banco Central flexibilizó el cepo cambiario al admitir la aplicación de cobros en divisas por exportaciones de bienes y servicios al pago de deudas y repatriación de capitales.
Sin embargo, su efecto será muy acotado porque el beneficio regirá solo para aquellas inversiones realizadas luego del 2 de octubre de este año y habrá que esperar al menos un año para repatriar los fondos o terminar de pagar la deuda que las empresas hayan contraído en el exterior.
El beneficio está disponible para el conjunto de las empresas y no solo direccionado a petroleras y mineras, pero serán estas últimas las que más lo aprovechen.
Los que apliquen para esta flexibilización podrán destinar los fondos al pago de capital e intereses de endeudamientos financieros con el exterior cuya vida promedio, considerando los pagos de servicios de capital e intereses, sea no inferior a un año y los fondos deben ser destinados a proyectos de inversión que generen un aumento en la producción de bienes que, en su mayor parte, serán colocados en mercados externos y/o que permitirán sustituir importaciones de bienes.