La UE rechaza la llamada de Boris Johnson para renegociar los términos del acuerdo del Brexit y las expectativas de un no acuerdo aumentan a medida que el Primer Ministro se prepara para reunirse con Merkel y Macron.
El bloque europeo rehusó este martes el último llamamiento de Johnson para una reelaboración de los términos fundamentales del acuerdo de retirada de Reino Unido de la UE, mientras el líder Tory preparaba su primera reunión con Angela Merkel por primera vez desde que asumió el cargo de Primer Ministro el mes pasado. Este enfrentamiento no hace sino alimentar las crecientes expectativas de que el Reino Unido abandonará la Unión Europea el 31 de octubre sin un acuerdo, agravando la relación entre ambas partes y amenazando con graves consecuencias a nivel económico.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, respondió a la propuesta de Johnson de retirar el backstop irlandés del acuerdo pidiéndole «alternativas realistas» a una frontera dura con la República de Irlanda. Johnson, quien se reunirá hoy con Angela Merkel y el jueves con Emmanuel Macron, expuso sus objeciones a lo que él considera un backstop «antidemocrático» que ata a Reino Unido a una unión aduanera y un régimen regulatorio potencialmente indefinido con la UE y reiteró que una renegociación del acuerdo solo tendría lugar si se elimina este punto del documento.
Este hecho no es sino una muestra más de la poca sintonía con la que los principales líderes mundiales van a afrontar la próxima cumbre mundial del G7, que tendrá lugar entre el 24 y el 26 de agosto en Biarritz. En esta reunión se espera una versión aún más proteccionista de Donald Trump, en busca de su reelección como presidente de los EEUU en 2020, así como el debut de Boris Johnson en esta cumbre. Las posturas de estos dos dirigentes en diversos temas de actualidad son bastante similares (de hecho, son varios los medios que han apodado a Boris Johnson como «el Trump británico»), y resultan clave para entender cuál será el devenir de esta cumbre que tratará asuntos de índole global como la guerra comercial entre EEUU y China, el calentamiento global, las tensiones internacionales entre EEUU e Irán, la defensa del libre comercio el actual un momento de volatibilidad financiera y el temor ante una posible recesión económica. A priori, el consenso entre los líderes mundiales sobre estos temas clave parece poco factible.
Por otra parte, el Ejecutivo de Londres ha confirmado recientemente que dejará de haber representación del gobierno británico en gran parte de las reuniones de la UE a partir del 1 de septiembre con el objetivo de centrarse en su relación con el bloque comunitario y otros estados. El motivo de esta decisión es focalizar los esfuerzos de los dirigentes británicos en los preparativos para el 31 de octubre y ahorrarse reuniones que consideran innecesarias para sus intereses.
Fuente: Financial Times, Expansión