La firma guipuzcoana lleva más de 60 años aportando sus productos a sectores tan variados como el naval, la máquina herramienta, el ferroviario, las energías renovables, el Oil&Gas o el industrial.
En cualquier lugar del mundo puede encontrar un transformador eléctrico fabricado por la empresa guipuzcoana Eremu. Ya sean transformadores monofásicos o trifásicos de baja tensión, secos o en aceite de media tensión, estabilizadores y variadores de tensión… Una amplia gama de productos presentes en multitud de aplicaciones y sectores. “Fabricamos desde autotransformadores, que adaptan la tensión de una máquina a la de un país con tensión de red diferente, hasta transformadores tipo K para paliar los armónicos de redes con altas cargas electrónicas”, explica Juan Sturtze García, director general de Eremu.
La firma de Astigarraga suma más de 60 años dedicada a la fabricación y reparación de transformadores eléctricos. Y, en este tiempo, su actividad ha alcanzado los cinco continentes. “Estamos presentes en todo el mundo. Aunque nuestro principal mercado de exportación es la zona de Benelux. Incluso tenemos una oficina en Países Bajos, además de otra en México, y una planta de fabricación en Arabia Saudí”, destaca Juan Sturtze.
Además, productos de Eremu se encuentran en los sectores más diversos como las energías renovables, el ferroviario, el naval, el Oil&Gas, la máquina herramienta, el industrial, el siderúrgico o el de los baños galvánicos, entre otros. “Confían en nosotros marcas de renombre internacional como AEG, CAF, Bombardier, Danfoss, Ingeteam o Jema”, detalla el director general.
La innovación, un punto fuerte
En Eremu la innovación es una pieza clave de su negocio, “es uno de nuestros puntos fuertes”, según Juan Sturtze. Y a lo largo de sus 60 años han sabido adaptarse a las necesidades paralelas detectadas en sus clientes, al ampliar su gama de productos con una línea de elementos asociados a transformadores eléctricos. “Así, esta gama aglutina principalmente una línea de cargadores de baterías y otra de fuentes de alimentación, en ambos casos dirigidas preferentemente a nuestros clientes de sector naval”, apunta.
La plantilla de la firma guipuzcoana está compuesta por 25 trabajadores y “las perspectivas de negocio son buenas y la idea es ampliarla durante este año”, avanza el director general. Además, el objetivo de futuro de Eremu es “continuar creciendo en facturación en el mercado exterior y reducir los costes de fabricación mejorando los procesos productivos”, vaticina Juan Sturtze.
El impulso de proyectos internacionales de las empresas vascas es uno de los objetivos que persigue el Grupo SPRI, que a través de Basque Trade and Investment, la Agencia Vasca de Internacionalización, integra en una ventanilla única todos sus recursos y apoyos como Elkartu, Gauzatu o las Becas BEINT y Global Training.