Para el año 2019, el FMI prevé una contracción en la economía argentina del 1.6%, que contrastará con un crecimiento mundial que promediará un 3.7%. El país ocupa el puesto 188 en el ranking de expansión que proyecta la entidad, y un mercado interno deprimido será el principal responsable de contracción el cual expresa alrededor de dos tercios del PIB argentino. Los tarifazos en el transporte, la energía eléctrica y el gas garantizan la continuidad de una inflación alta por lo menos durante todo el primer trimestre. Sin embargo, los principales voceros del gobierno nacional estiman que la recesión se revertiría en el segundo trimestre de la mano de una hipotética cosecha récord de granos.
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