Fuente: The Telegraph
Theresa May superó ayer, por una ajustada mayoría, la moción de censura presentada por el líder de la oposición Jeremy Corbyn, obteniendo 325 votos a favor y 306 en contra. Tras conocerse el resultado, la primera ministra invitó a los MP de todos los partidos a reunirse para tratar de formular una nueva propuesta que pueda ser aprobada el próximo lunes 21 de enero.
Al haber declarado la UE que no renegociaría el acuerdo, los posibles cambios apuntan a modificaciones en la declaración política que lo acompañan, suavizando los términos de salida y estableciendo un modelo de relación comercial futura más cercana a la alternativa de la aplicación de normas OMC. No obstante, a falta de un consenso, continúan vigentes las opciones de plan B reportadas en la Alerta del día 16 de enero.
Tras el rechazo el pasado martes del borrador de acuerdo de salida de la UE, 172 líderes empresariales han dirigido una carta a Theresa May y a Jeremy Corbyn, advirtiendo del daño que podría causar a la economía de Reino Unido una salida sin acuerdo e instando a la celebración de un segundo referéndum. Entre los firmantes, cuyas empresas aportan 100 mil millones de libras a la economía británica, se encuentran el diseñador Terence Conran y el arquitecto Norman Foster. Ambos líderes políticos ya se pronunciaron anteriormente rechazando la opción de celebrar una nueva consulta.
En este contexto, el diario The Telegraph ha hecho público el extracto de una llamada telefónica entre los MP Philip Hammond (Canciller de Hacienda), Stephen Barclay (Secretario del Estado para la Salida de la Unión Europea) y Greg Clark (Secretario de Estado de Negocios, Energía y Estrategia Industrial) con 11 responsables de grandes compañías, entre las que se encuentran Siemens, Amazon, ScottishPower, BP, Fujitsu, la patronal CBI y McKinsey&Company.
La llamada tuvo lugar el día 15 de enero, tras conocerse el resultado de la votación. En la conversación, Hammond indicó que existe una propuesta respaldada por toda la Cámara para crear un poder parlamentario para retirar el artículo 50 en caso de que el Gobierno no encuentre una manera de desbloquear la situación. En este sentido, recordó que la UE no accedería a la extensión de dicho artículo a no ser que Reino Unido presente una opción clara, planteando la posibilidad de solicitar dicha extensión.
Igualmente, ante las peticiones de los empresarios de otorgar garantías que pudiesen ser trasladadas a sus respectivos accionistas y consejos de administración, explicó que en el Parlamento existe una clara mayoría en contra de una salida sin acuerdo. Sin embargo, Barclay matizó que no podían rechazar explícitamente esta opción ya que supondría un debilitamiento de la posición negociadora de Reino Unido en el proceso.
En relación a la posibilidad de celebrar un segundo referéndum, Hammond contestó que si bien la opinión pública parece considerar que esta opción constituiría una solución que sirviese para disminuir la incertidumbre actual, bajo su perspectiva no es así, ya que no está claro el contenido de esta hipotética nueva consulta. Remarcó que en el estado actual en el que se encuentra el Parlamento no ve probable que sea convocado.