Los parlamentarios contrarios a una salida abrupta de la UE el 31 de octubre sugieren una coalición de partidos con el único propósito de lograr una extensión del artículo 50:
La formación de este gobierno interpartidario, cuyo objetivo sería solicitar una nueva prórroga del Brexit, se daría en caso de que Boris Johnson perdiera un voto de desconfianza en otoño. El nuevo Primer Ministro, por su parte, enfrenta este desafío en la sombra, y tratará de retrasar todo intento de derrocar su gobierno hasta después del 31 de octubre.
El escenario esperado en septiembre es que Jeremy Corbyn, líder laborista, intente ganar un voto de confianza en primera instancia; sin embargo, los otros parlamentarios pro-UE consideran que un «gobierno de unidad nacional» con los apoyos de los demócratas liberales, los nacionalistas escoceses, los ecologistas, los independentistas galeses y algunos independientes tiene más oportunidades de dirigir la Cámara de los Comunes.
En caso de fructificar, este gobierno solamente existiría durante un breve periodo de tiempo, el suficiente para solicitar la extensión del Artículo 50 del tratado de Lisboa. Una vez retrasado el Brexit y ganado tiempo, la coalición se disolvería y se celebrarían elecciones generales; sin una fecha de salida tan próxima. Cabe resaltar que los negociadores europeos estarían dispuestos a ofrecer una nueva prórroga si Reino Unido convocase elecciones generales o celebrase otro referéndum.
El mayor problema de este gobierno reside, lógicamente, en la gran cantidad de partidos que formarían parte del mismo y en las dificultades a la hora de ponerse de acuerdo; aun teniendo en cuenta que el propósito principal es común. El primer escollo podría ser el Jeremy Corbyn, quien podría no querer participar en ningún «gobierno de unidad nacional» si no puede formar su propia administración a través del voto de confianza.