El pasado 13 de mayo el consejo de ministros italiano dio luz verde a un nuevo paquete de medidas para relanzar la economía y hacer frente a la emergencia económica provocada por el coronavirus. El decreto Rilancio, recuperación en italiano, ha sido fruto de unas largas e intensas negociaciones y contiene un plan de ayudas extraordinarias para empresas, familias, trabajadores, sistema sanitario e I+D con una dotación de 55.000 millones de euros.
Entre las medidas más relevantes, el decreto alarga a 18 semanas la posibilidad de acogerse a un ERTE, fortalece la sanidad pública con la contratación de 20.000 sanitarios, concede un ingreso mínimo vital así como ayudas a autónomos o subvenciones al turismo y la cultura. El decreto también incluye la regularización de cerca 250.000 inmigrantes que trabajan en el campo y en labores domésticas, medida que ha causado un gran revuelo en el país transalpino.