Argentina y Uruguay

Argentina mantiene el tercer puesto como economía más grande de América Latina a pesar de las turbulencias económicas que ha sufrido en los últimos años, mientras que Uruguay mantiene una estabilidad que la hace una atractiva puerta de entrada a Mercosur.

Unos mercados con alto potencial en energía, industria y tecnología

Argentina es la tercera economía más grande de América Latina, con un PIB de aproximadamente USD 640.000 millones. El país cuenta con abundantes recursos naturales, siendo uno de los principales productores agrícolas, cuenta con importantes reservas de gas y litio, y tiene un enorme potencial en energías renovables.

Uruguay se destaca en América Latina por su estabilidad y por tener la clase media más amplia de América y el Caribe, representando a más del 60% de su población, así como por su alto ingreso per cápita y sus bajos niveles de desigualdad y pobreza.

Para Argentina se prevé que el PIB se contraiga un 3,3% en 2024, antes de crecer un 2,7% en 2025. La elevada inflación del 289,4% interanual (entre abril 2023 y abril de 2024) ubica al país en el podio de los países con mayor incremento de precios del mundo. Un ajuste fiscal considerable y la incertidumbre política lastrarán el consumo privado y la inversión durante la mayor parte de 2024.

Para Uruguay se espera que la economía se recupere en 2024, alcanzando el 3,2%. Dicho crecimiento estaría impulsado por las exportaciones y por el consumo privado, respaldado por mejoras en el mercado laboral y una inflación dentro del rango objetivo del Banco Central de Uruguay entre en 3 y 6 %.

En el 2024, se espera que la balanza comercial de Argentina muestre una significativa mejoría, alcanzando un superávit de aproximadamente USD 15.000 millones. Esta proyección se debe a varios factores clave: la recuperación agrícola y la reversión del déficit energético gracias a la puesta en marcha del gasoducto Néstor Kirchner y al aumento de las exportaciones en minerales como el litio principalmente. Se espera una reducción de importaciones, debido a la recesión económica y al aumento en los precios de importación.

Uruguay prevé para 2024 un superávit en su balanza comercial basado en la recuperación de la producción agrícola tras las fuertes sequías de 2023 y a la mejora en la balanza comercial energética.

Son diversas las oportunidades de negocio en ambos países. La inversión en energía es un común denominador en ambas. Argentina por un lado tiene un sector de explotación de litio en auge, así como en el sector del gas natural. Uruguay es un país atractivo para inversiones en el sector de las energías renovables, en especial en eólica y solar, en el que las inversiones en infraestructura, tecnología y proyectos de energía limpia son altamente viables. Argentina a pesar de su permanente crisis económica, es un país atractivo para el desarrollo de software gracias al alto grado formativo de su población, creando un entorno favorable para las inversiones de empresas relacionadas con la innovación tecnológica y desarrollo de aplicaciones web.

Argentina es un mercado con una base industrial sólida, un mercado de consumo amplio y gran riqueza de recursos naturales siendo un gran exportador de producto agrario, automóviles y productos químicos. El país está experimentando problemas graves como una devaluación enorme de su moneda o una inflación de tres dígitos.
Por su parte Uruguay, espera que su economía se ralentice a cause de un aumento de los tipos de interés, un aumento de la inflación y una bajada de la demanda externa. El crecimiento económico se basará principalmente en un aumento del consumo privado. Debido a su inclusión en múltiples tratados de libre comercio y su cercanía a múltiples países latinoamericanos, Uruguay es un país muy atractivo para inversores.

El gobierno argentino interfiere en varios sectores, lo que dificulta las inversiones en determinados sectores del país. El sistema tributario actual es complejo y tedioso, además de mantener un impuesto de sociedades muy alto. El gobierno de Milei está siendo presionado para aumentar la reserva de divisas del país, por lo que no se espera que el impuesto de sociedades disminuya a corto plazo. La principal barrera a la inversión es la alta tasa de inflación, que hace que el mercado no sea muy atractivo.

El mercado uruguayo es más atractivo para los inversores internacionales debido a un sistema tributario eficiente y competitivo, mejor que el de sus países vecinos. Se espera que el clima empresarial en el país mejore debido al rechazo de la Ley de Urgente Consideración. El fracaso a la hora de aprobar esta ley se espera que genere confianza entre los inversores, ya que esta nueva legislación acarrearía obstáculos a la inversión.

Argentina exporta producto agrario a una gran variedad de países. La economía del país depende mucho de las importaciones de varios productos, como productos químicos e industriales o maquinaria compleja. Esta dependencia hace que Argentina sea altamente vulnerable a los problemas que puedan tener los mercados internacionales. El país está sufriendo graves dificultades económicas, como la devaluación de su moneda y la subida de la inflación. Por este motivo, las empresas que quieran vender en el país deberán saber que el mercado interno se ha visto altamente afectado.

Uruguay ofrece un mercado relativamente abierto, con varios socios comerciales, algunos acuerdos de libre comercio y aranceles limitados. El mercado uruguayo está posicionado estratégicamente entre dos de las mayores economías latinoamericanas, Brasil y Argentina, y es usado como punto de entrada a ambos mercados debido a sus conexiones logísticas y a sus políticas comerciales. Se espera que la economía uruguaya crezca por un aumento de las exportaciones y un crecimiento de la demanda interna.

Las políticas del expresidente Macri que buscaban reducir las barreras al comercio y aumentar la inversión en el país aumentaron algo el comercio internacional, pero lo cierto es que Argentina sigue siendo uno de los países con los aranceles más altos de Latinoamérica, con una tasa media del 7,35%. Estos aranceles altos hacen que el país no sea competitivo cuando se compara con Chile, México o Ecuador. Aunque los aranceles más comunes van del 0% al 20%, algunos productos, como los automóviles, pueden llegar al 35%.

Respecto a Uruguay, aunque haya varios tratados de libre comercio, el país sigue teniendo aranceles relativamente altos. Aun con aranceles algo altos, Uruguay tiene los aranceles más bajos de la región Mercosur, por lo que es un buen país por el que entrar al mercado. Uruguay es un país interesante para los inversores, principalmente debido a que tiene un mercado diverso con múltiples socios en la región.

La burocracia argentina es complicada, hecho que suele traducirse en un alto coste de dinero y tiempo para las empresas. El sistema legal está sujeto a estrategias gubernamentales concretas muy dependientes del poder legislativo. El sistema judicial es lento, poco eficaz y vulnerable a la corrupción. Este panorama del sistema legal y judicial hace que la protección de los derechos de propiedad intelectual en el país sea un ámbito que requiere de una mejora para poder atraer nuevas inversiones.

Uruguay es un mercado con bajas tasas de corrupción y un esfuerzo sostenido a través de varias políticas gubernamentales que buscan reducirla aún más. Su sistema judicial independiente, transparente y robusto es eficiente a la hora de proteger a los inversores.

Roberto Caride

Responsable Empresarial

DELEGACIÓN DE EUSKADI EN ARGENTINA – MERCOSUR

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