Japón

Japón representa un mercado estratégico para las empresas vascas debido a su avanzada tecnología, alto poder adquisitivo y estándares de calidad rigurosos que favorecen la exportación de productos industriales, tecnológicos y alimentarios. Además, la creciente apertura de Japón hacia mercados internacionales, impulsada por acuerdos como el EPA entre la UE y Japón, ofrece oportunidades únicas para establecer relaciones comerciales sólidas. Este país no solo es un socio comercial clave, sino también una fuente de innovación y tendencias que pueden impulsar la competitividad y diversificación de las empresas vascas en sectores como la automoción, maquinaria y energía renovable.

Un mercado por conquistar para la empresa vasca

Japón ocupa una posición destacada en el escenario global como la tercera economía más grande del mundo en términos de PIB nominal y uno de los principales líderes en innovación tecnológica. Su influencia se extiende a sectores clave como la automoción, la electrónica, la robótica y las energías renovables, consolidándose como un referente en calidad y eficiencia. Además, su estabilidad política, instituciones sólidas y papel activo en organismos internacionales como el G7 y el G20 refuerzan su relevancia en la toma de decisiones globales. A pesar de desafíos demográficos, Japón continúa siendo un modelo de desarrollo sostenible y un eje clave en las relaciones comerciales y diplomáticas internacionales, especialmente en Asia-Pacífico.

La economía japonesa se caracteriza por ser una de las más avanzadas y diversificadas del mundo, destacándose por su fuerte enfoque en la innovación, la tecnología y la calidad gracias a lo cual ha conseguido ser una potencia industrial en sectores como la automoción, la electrónica, la robótica y la maquinaria de precisión. Japón combina un sector industrial robusto con una economía orientada a las exportaciones, apoyada por marcas globalmente reconocidas. Aunque enfrenta retos como el envejecimiento de la población y una elevada deuda pública, su capacidad de adaptación, alta productividad y cultura empresarial enfocada en la mejora continua le han permitido mantenerse como un actor clave en la economía global.

Se espera un crecimiento moderado del PIB, que va a estar sustentado por un aumento en el consumo privado, una bajada de la inflación y un aumento de ayudas gubernamentales a industrias estratégicas. La depreciación del yen hará que las exportaciones superen a las importaciones. Se espera que este aumento de la demanda externa cree un crecimiento sostenible del PIB en el periodo 2025-2028. Los sectores de maquinaria y automoción japoneses seguirán teniendo un posicionamiento favorable, aun con la competencia china, principalmente debido a un sector de I + D potente.

El sector exterior de Japón es uno de los pilares fundamentales de su economía, caracterizado por un fuerte enfoque en las exportaciones de productos de alta tecnología y valor agregado, como automóviles, electrónica, maquinaria de precisión y productos químicos. Japón mantiene una posición destacada en el comercio global, siendo reconocido por la calidad y la innovación de sus bienes.
Su balanza comercial ha mostrado resiliencia y se espera que el superávit del PIB japonés se mantenga en el periodo 2024-2028, con gran parte del superávit sosteniéndose gracias a la enorme diversificación de la inversión japonesa en el extranjero. Japón mantiene buenas relaciones con muchos países de la región lo que le ha permitido impulsar acuerdos de libre comercio, como el EPA con la Unión Europea y el RCEP y el CPTPP en Asia-Pacífico, que facilitan el acceso a mercados internacionales. No obstante, Japón también depende de la importación de materias primas y energía, dada su limitada disponibilidad de recursos naturales, lo que subraya su integración estratégica en las cadenas de suministro globales.

El mercado japonés es uno de los más sofisticados y exigentes del mundo, caracterizado por consumidores con alto poder adquisitivo, preferencia por productos de alta calidad y atención a la innovación y el diseño. Su economía avanzada y diversificada lo convierte en un destino atractivo para sectores como tecnología, automoción, productos de lujo, alimentos gourmet y energías renovables. Sin embargo, ingresar al mercado japonés requiere un conocimiento profundo de su cultura empresarial, altos estándares regulatorios y capacidad para adaptarse a las preferencias locales.

Gracias a acuerdos comerciales como el EPA entre la Unión Europea y Japón, las empresas extranjeras tienen oportunidades crecientes para acceder a este mercado. La creciente demanda de hardware y software de IT, así como el aumento en la demanda de piezas para sus industrias de maquinaria y automoción, impulsada por el apoyo gubernamental a la digitalización de la empresa y a la fortificación de su cadena de suministro global, supone una oportunidad para la empresa europea. El gobierno japonés también ha anunciado ayudas a la energía renovable e inversiones en infraestructuras, y ha mostrado su interés en que empresas extranjeras colaboren en estos ámbitos.

Japón ofrece un entorno favorable para la inversión extranjera, caracterizado por una fuerte apertura económica, el apoyo del gobierno y un marco jurídico claro. Sectores clave como la industria manufacturera, la sanidad y las tecnologías verdes se benefician de incentivos como ventajas fiscales y subvenciones, así como de alianzas comerciales estratégicas como el CPTPP y el RCEP. El sistema jurídico, reforzado por la mejora de los derechos de propiedad intelectual y las próximas reformas antimonopolio, también respalda un entorno empresarial favorable.

La intervención del Estado en la economía japonesa ha sido históricamente significativa y sigue desempeñando un papel clave en su desarrollo. Desde el estado se sigue promoviendo la innovación y el desarrollo tecnológico, a lo que se le ha sumado la promoción de la sostenibilidad y la digitalización para enfrentar los nuevos desafíos demográficos y mantener la competitividad global. 

Además, el gobierno japonés está reformando sus sistemas fiscales y tributarios, con medidas entre las que destacan la introducción del Impuesto Mínimo Global por lo que las empresas deben de estar atentas al impacto de estas reformas. 

El entorno económico de Japón muestra un compromiso con el crecimiento industrial, con un sólido sector manufacturero y socios exportadores clave como Estados Unidos y China continental. Acuerdos comerciales como el CPTPP y el RCEP, junto con la estrategia Global South, promueven un acceso más fácil a los mercados. Los incentivos a la inversión, como las ventajas fiscales, las subvenciones a la innovación y las zonas económicas especiales, atraen capital extranjero a sectores como el manufacturero, la sanidad y las tecnologías verdes. El sector manufacturero japonés de alta tecnología sigue registrando exportaciones netas, mientras que las estrategias de diversificación mejoran las perspectivas comerciales. 

La política comercial de Japón se caracteriza por unos aranceles relativamente bajos, con una media del 2,3%, acompañados de barreras no arancelarias específicas, especialmente relevantes en el sector de la alimentación, agrícola, sanidad, financiero y comunicaciones. No obstante, Japón está relajando gradualmente sus restricciones comerciales. En general existe un enfoque equilibrado entre la protección de industrias o tecnologías sensibles a la seguridad y la promoción de la apertura comercial. 

El entorno normativo y burocrático de Japón destaca por su claridad y eficacia operativa, proporcionando un telón de fondo estable tanto para las empresas extranjeras como para las nacionales. Las nuevas normativas antimonopolio y requerirán marcos de cumplimiento exhaustivos. A pesar de los bajos niveles de corrupción, la nueva normativa contra la manipulación de licitaciones pretende mejorar la integridad empresarial. Las recientes mejoras de la legislación sobre derechos de propiedad intelectual, junto con la introducción de directrices sobre inteligencia artificial y una ley de ciberdefensa activa prevista para finales de 2024, impulsarán la confianza de los inversores y garantizarán un entorno empresarial seguro. 

Un mercado por conquistar para la empresa vasca

POSICIÓN GLOBAL

Japón ocupa una posición destacada en el escenario global como la tercera economía más grande del mundo en términos de PIB nominal y uno de los principales líderes en innovación tecnológica. Su influencia se extiende a sectores clave como la automoción, la electrónica, la robótica y las energías renovables, consolidándose como un referente en calidad y eficiencia. Además, su estabilidad política, instituciones sólidas y papel activo en organismos internacionales como el G7 y el G20 refuerzan su relevancia en la toma de decisiones globales. A pesar de desafíos demográficos, Japón continúa siendo un modelo de desarrollo sostenible y un eje clave en las relaciones comerciales y diplomáticas internacionales, especialmente en Asia-Pacífico.

ECONOMÍA

La economía japonesa se caracteriza por ser una de las más avanzadas y diversificadas del mundo, destacándose por su fuerte enfoque en la innovación, la tecnología y la calidad gracias a lo cual ha conseguido ser una potencia industrial en sectores como la automoción, la electrónica, la robótica y la maquinaria de precisión. Japón combina un sector industrial robusto con una economía orientada a las exportaciones, apoyada por marcas globalmente reconocidas. Aunque enfrenta retos como el envejecimiento de la población y una elevada deuda pública, su capacidad de adaptación, alta productividad y cultura empresarial enfocada en la mejora continua le han permitido mantenerse como un actor clave en la economía global.

Se espera un crecimiento moderado del PIB, que va a estar sustentado por un aumento en el consumo privado, una bajada de la inflación y un aumento de ayudas gubernamentales a industrias estratégicas. La depreciación del yen hará que las exportaciones superen a las importaciones. Se espera que este aumento de la demanda externa cree un crecimiento sostenible del PIB en el periodo 2025-2028. Los sectores de maquinaria y automoción japoneses seguirán teniendo un posicionamiento favorable, aun con la competencia china, principalmente debido a un sector de I + D potente.

SECTOR EXTERIOR

El sector exterior de Japón es uno de los pilares fundamentales de su economía, caracterizado por un fuerte enfoque en las exportaciones de productos de alta tecnología y valor agregado, como automóviles, electrónica, maquinaria de precisión y productos químicos. Japón mantiene una posición destacada en el comercio global, siendo reconocido por la calidad y la innovación de sus bienes.
Su balanza comercial ha mostrado resiliencia y se espera que el superávit del PIB japonés se mantenga en el periodo 2024-2028, con gran parte del superávit sosteniéndose gracias a la enorme diversificación de la inversión japonesa en el extranjero. Japón mantiene buenas relaciones con muchos países de la región lo que le ha permitido impulsar acuerdos de libre comercio, como el EPA con la Unión Europea y el RCEP y el CPTPP en Asia-Pacífico, que facilitan el acceso a mercados internacionales. No obstante, Japón también depende de la importación de materias primas y energía, dada su limitada disponibilidad de recursos naturales, lo que subraya su integración estratégica en las cadenas de suministro globales.

MERCADO

El mercado japonés es uno de los más sofisticados y exigentes del mundo, caracterizado por consumidores con alto poder adquisitivo, preferencia por productos de alta calidad y atención a la innovación y el diseño. Su economía avanzada y diversificada lo convierte en un destino atractivo para sectores como tecnología, automoción, productos de lujo, alimentos gourmet y energías renovables. Sin embargo, ingresar al mercado japonés requiere un conocimiento profundo de su cultura empresarial, altos estándares regulatorios y capacidad para adaptarse a las preferencias locales.

Gracias a acuerdos comerciales como el EPA entre la Unión Europea y Japón, las empresas extranjeras tienen oportunidades crecientes para acceder a este mercado. La creciente demanda de hardware y software de IT, así como el aumento en la demanda de piezas para sus industrias de maquinaria y automoción, impulsada por el apoyo gubernamental a la digitalización de la empresa y a la fortificación de su cadena de suministro global, supone una oportunidad para la empresa europea. El gobierno japonés también ha anunciado ayudas a la energía renovable e inversiones en infraestructuras, y ha mostrado su interés en que empresas extranjeras colaboren en estos ámbitos.

RIESGO PAÍS PARA COMERCIO E INVERSIONES

Japón ofrece un entorno favorable para la inversión extranjera, caracterizado por una fuerte apertura económica, el apoyo del gobierno y un marco jurídico claro. Sectores clave como la industria manufacturera, la sanidad y las tecnologías verdes se benefician de incentivos como ventajas fiscales y subvenciones, así como de alianzas comerciales estratégicas como el CPTPP y el RCEP. El sistema jurídico, reforzado por la mejora de los derechos de propiedad intelectual y las próximas reformas antimonopolio, también respalda un entorno empresarial favorable.

La intervención del Estado en la economía japonesa ha sido históricamente significativa y sigue desempeñando un papel clave en su desarrollo. Desde el estado se sigue promoviendo la innovación y el desarrollo tecnológico, a lo que se le ha sumado la promoción de la sostenibilidad y la digitalización para enfrentar los nuevos desafíos demográficos y mantener la competitividad global.

Además, el gobierno japonés está reformando sus sistemas fiscales y tributarios, con medidas entre las que destacan la introducción del Impuesto Mínimo Global por lo que las empresas deben de estar atentas al impacto de estas reformas.

El entorno económico de Japón muestra un compromiso con el crecimiento industrial, con un sólido sector manufacturero y socios exportadores clave como Estados Unidos y China continental. Acuerdos comerciales como el CPTPP y el RCEP, junto con la estrategia Global South, promueven un acceso más fácil a los mercados. Los incentivos a la inversión, como las ventajas fiscales, las subvenciones a la innovación y las zonas económicas especiales, atraen capital extranjero a sectores como el manufacturero, la sanidad y las tecnologías verdes. El sector manufacturero japonés de alta tecnología sigue registrando exportaciones netas, mientras que las estrategias de diversificación mejoran las perspectivas comerciales.

La política comercial de Japón se caracteriza por unos aranceles relativamente bajos, con una media del 2,3%, acompañados de barreras no arancelarias específicas, especialmente relevantes en el sector de la alimentación, agrícola, sanidad, financiero y comunicaciones. No obstante, Japón está relajando gradualmente sus restricciones comerciales. En general existe un enfoque equilibrado entre la protección de industrias o tecnologías sensibles a la seguridad y la promoción de la apertura comercial.

El entorno normativo y burocrático de Japón destaca por su claridad y eficacia operativa, proporcionando un telón de fondo estable tanto para las empresas extranjeras como para las nacionales. Las nuevas normativas antimonopolio y requerirán marcos de cumplimiento exhaustivos. A pesar de los bajos niveles de corrupción, la nueva normativa contra la manipulación de licitaciones pretende mejorar la integridad empresarial. Las recientes mejoras de la legislación sobre derechos de propiedad intelectual, junto con la introducción de directrices sobre inteligencia artificial y una ley de ciberdefensa activa prevista para finales de 2024, impulsarán la confianza de los inversores y garantizarán un entorno empresarial seguro.

Moe Kato

Directora de Basque Trade & Investment Japón

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