Francia

Debido a su proximidad geográfica y los estrechos lazos comerciales que se han desarrollado a lo largo del tiempo Francia es junto a Alemania el principal socio comercial de Euskadi, siendo especialmente relevante en sectores como la industria manufacturera, la automoción, el turismo y la agroalimentación. Además, la cercanía facilita el flujo de bienes y servicios y el acceso a los mercados europeos a través de su territorio, así como el intercambio cultural y empresarial, multiplicándose las oportunidades de cooperación y desarrollo comercial.

La puerta de entrada de Euskadi a Europa

Francia tiene una posición global económica sólida y es una de las economías más grandes de Europa, segunda después de Alemania y séptima a nivel mundial en términos de Producto Interno Bruto (PIB). El país tiene una economía diversificada, con sectores clave como la manufactura, la energía (particularmente nuclear), la industria aeroespacial, el turismo, y los servicios financieros. En el comercio internacional, Francia es un actor importante, tanto como exportador de bienes de alto valor agregado (productos de lujo, tecnología y automóviles) como importador de materias primas y componentes industriales. Además, su influencia económica se refleja en su membresía en el G7 y el G20, donde desempeña un papel clave en la diplomacia internacional y en asuntos económicos globales.

Francia se caracteriza por tener un sistema económico diversificado que abarca sectores clave como la industria manufacturera, la automoción, la energía y el turismo. Además, el sector servicios es dominante, especialmente en finanzas, seguros y comercio. Francia también es líder en innovación tecnológica y desarrollo sostenible.

Con un crecimiento anual del 1,1% del PIB en 2024, se espera una recuperación gradual del impulso económico en el periodo 2025-26. Francia enfrenta algunos desafíos económicos, incluyendo la alta deuda pública y la necesidad de reformas estructurales en el mercado laboral y el sistema de pensiones. Sin embargo, sigue siendo una potencia económica con una sólida posición dentro de la Unión Europea y a nivel global. Las proyecciones económicas de los próximos años apuntan a un crecimiento moderado impulsado por el consumo interno, las exportaciones y las inversiones en infraestructura y tecnología

Francia es un exportador global clave en industrias como la automotriz, aeroespacial, productos de lujo, y la agroindustria. Además, es uno de los principales exportadores de bienes manufacturados de alto valor, y también destaca por su fuerte sector turístico, que atrae una gran cantidad de ingresos extranjeros.

Sin embargo, su alta dependencia de importaciones de hidrocarburos especialmente, hacen que el país tenga un déficit por cuenta corriente de un 0,8% del PIB de promedio en el periodo 2009-2024. Las relaciones comerciales de Francia están profundamente entrelazadas con la Unión Europea, siendo Alemania su principal socio comercial, y el país también tiene fuertes lazos comerciales con Estados Unidos y China.

El mercado francés es uno de los más importantes y diversificados de Europa, con una economía avanzada, su mercado interno está impulsado por sectores clave como la industria automotriz, los productos de lujo, la alimentación, la energía, y la tecnología. El sector servicios, que incluye el turismo y las finanzas, también juega un papel vital en la economía del país.

El gasto de los hogares ha sido un componente fundamental del crecimiento económico en los últimos años, apoyado por políticas de bienestar social, salarios relativamente altos, y un sistema de protección social robusto que mantiene el poder adquisitivo de los consumidores. El consumo interno en Francia también se ha visto impactado por un creciente interés en productos sostenibles y tecnologías verdes, alineado con los objetivos de desarrollo sostenible del país.

La estabilidad del mercado francés es un atractivo para la inversión extranjera, favorecida por políticas que fomentan la innovación y el desarrollo sostenible.

Francia es un mercado atractivo para los inversores, principalmente debido a las políticas gubernamentales como el crédito fiscal para la industria ecológica o la inversión estatal en I+D. El impuesto de sociedades del país está teniendo una reforma para ajustarse a las directivas de la UE y situarse en la media europea. Hay varias barreras regulatorias y aranceles para proteger a ciertos sectores de la influencia de los mercados internacionales. Estas medidas, unidas al sistema legal francés y a su política de cero corrupción, crean un entorno seguro y atractivo para inversores.

El sistema fiscal francés, reforzado por la Ley de Finanzas de 2024, es atractivo para inversores por medidas como el crédito fiscal para la industria ecológica. Aunque el impuesto de sociedades actual es bastante alto, se espera que se reduzca significativamente, ya que Francia busca seguir la iniciativa europea de bajar la tasa impositiva. Estas reformas crearán un mercado interesante tanto para las empresas locales como para las internacionales, que encontrarán un mercado maduro con un sector bancario eficiente y una bolsa de valores dinámica con gran capacidad de atraer financiación.

Como miembro de la UE y de la eurozona, Francia ha experimentado una enorme apertura de su mercado al igual que el resto de sus socios europeos. Francia ofrece oportunidades para sectores de alto valor añadido como el aeroespacial, el de bienes de lujo o el farmacéutico.  Ciertos sectores pueden ser algo más difíciles para las empresas extranjeras, ya que Francia tiene ciertas medidas proteccionistas, como una estricta ley antidumping para textiles y maquinaria. Aunque Francia esté en la eurozona, es un país públicamente escéptico hacia los tratados de comercio, de modo que las empresas tienen que navegar un mercado lleno tanto de oportunidades como de vigilancia estricta.

Francia es un país complicado para países de fuera de la UE, principalmente debido a unos procesos aduaneros rigurosos y lenta transición a los sistemas digitales. Estas barreras administrativas añaden un alto costo de dinero y tiempo, y complican el acceso a empresas de fuera de la eurozona. Estos problemas se han agravado con el TCA, el acuerdo de comercio entre Reino Unido y la UE, que impone una normativa de origen estricta y requisitos de doble conformidad para los productos. Francia es un país que, aun dentro de múltiples tratados de comercio internacional, mantiene múltiples medidas proteccionistas que limitan el acceso al mercado.

Francia es un país seguro para empresas nacionales e internacionales, debido a que tiene un sistema regulatorio, legal y burocrático altamente eficiente. El gobierno francés tiene políticas eficientes antimonopolios, incentivos atractivos y políticas que favorecen una competición justa, lo que lo convierte en un mercado muy atractivo. Francia es un país con una protección de los derechos de propiedad intelectual eficiente, por lo que también es un país muy atractivo para empresas con desarrollo tecnológico e innovación.

Beñat Lekuona

Responsable Empresarial

Sonia de la Fuente

Responsable Empresarial

DELEGACIÓN DE EUSKADI EN FRANCIA

39, rue des Mathurins,
75008 Paris

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Lunes a jueves 07:30 a 16:00
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