Italia

Italia es uno de los principales socios comerciales del País Vasco, impulsado por la similitud de estructuras económicas y una fuerte presencia de pequeñas y medianas empresas en ambas regiones. Las empresas vascas han encontrado oportunidades en el mercado italiano para la exportación de productos tecnológicos y energéticos, además, la colaboración en innovación y desarrollo tecnológico fortalece aún más los lazos entre ambos mercados.

Italia, un socio comercial clave para la empresa vasca

Italia ocupa una importante posición en la economía global, siendo la octava economía más grande del mundo por PIB nominal y una potencia en sectores como la manufactura, el diseño, la moda y la producción de maquinaria. En términos de comercio, es uno de los principales exportadores de bienes como automóviles, productos de lujo, alimentos y maquinaria. Italia es un miembro clave de la Unión Europea, el G7, y la OTAN, lo que le otorga una notable influencia en asuntos internacionales, tanto económicos como diplomáticos. A pesar de enfrentar desafíos internos como la deuda pública y la desaceleración del crecimiento, Italia sigue siendo un actor influyente en la toma de decisiones políticas globales y en el comercio internacional, especialmente dentro del contexto europeo.

La economía italiana es la tercera economía de la Unión Europea y se caracteriza por una estructura diversa que combina sectores tradicionales, como la manufactura y el turismo, con industrias modernas, basadas en la tecnología y la innovación. Italia es conocida por su fuerte base industrial, especialmente en el norte del país, donde se concentra gran parte de su producción de automóviles, maquinaria, productos químicos, textiles y moda. Italia además es uno de los principales exportadores mundiales de bienes de lujo, alimentos y vinos, con una fuerte presencia en los mercados globales.

Se espera que el PIB tenga un crecimiento del 0.9%, similar al que tuvo en 2023 del 1%, con un crecimiento estable favorecido por la bajada de los precios de la electricidad y que el consumo privado crezca un 1,2% debido al incremento salarial y la bajada de la inflación. El aumento de la demanda de exportación italiana en el mercado europeo continuará al alza en el periodo 2025-2028. Se espera que el crecimiento en el periodo 2025-28 supere expectativas, principalmente por el aumento del consumo privado y las ayudas europeas a la inversión

El sector exterior de Italia es uno de los pilares fundamentales de su economía, destacándose como una de las principales economías exportadoras a nivel global. Italia es conocida por la exportación de productos manufacturados de alta calidad, incluyendo automóviles, maquinaria industrial, productos químicos, textiles, moda, y alimentos. Además, Italia es líder mundial en diseño y manufactura de bienes de capital, particularmente maquinaria y equipos industriales.

Se prevé un superávit del 1,1% del PIB en 2024, debido principalmente a una mejora en la balanza comercial, la cual experimentará un superávit mayor debido al descenso del precio energético. Las previsiones para el periodo 2025-28 son buenas, con un aumento gradual del superávit hasta alcanzar el 2% en 2028, impulsada por el superávit comercial del país.

Italia es uno de los mayores mercados de la UE, con una fuerza laboral preparada y numerosa. Su conectividad por tierra con el centro de Europa, así como su acceso marítimo al Mediterráneo con puertos de alta importancia estratégica, hacen que el país sea un enclave para la distribución en Europa y Oriente Medio y Norte de África.

En el sector del automóvil, se espera que haya grandes oportunidades en el mercado de vehículos pesados de transportes (HCV) y vehículos comerciales ligeros (LCV), con un crecimiento del 17% en vehículos comerciales. En el sector energético, se espera un crecimiento del 16% en energía renovable no hidráulica, lo que podría aumentar el consumo de electricidad en el país. En el mercado de los bienes de consumo, se espera un repunte del consumo privado debido a la reducción de la inflación, la subida de los salarios y la bajada del desempleo.

La apertura económica de Italia, marcada por un importante superávit comercial y unas barreras mínimas dentro de la UE, ofrece oportunidades para inversiones de alto valor tecnológico. Incentivos como la desgravación fiscal a la inversión en el Sur atraen a los inversores extranjeros, aunque presenta cierta complejidad aduanera para el comercio extracomunitario. A pesar de un sistema financiero estable, el complejo entorno fiscal puede disuadir a nuevos operadores que quieran entrar en el mercado italiano. Las empresas deben navegar por el intrincado marco normativo italiano y procurar mitigar los riesgos. El panorama, favorable pero burocrático, requiere una planificación estratégica para aprovechar el potencial manufacturero y de inversión de Italia.

El Estado italiano históricamente ha jugado un rol muy activo en la economía italiana, y a pesar de un proceso de privatización progresivo en respuesta a las políticas de la UE, sigue teniendo un papel activo en la regulación de la economía, especialmente en sectores estratégicos como telecomunicaciones, transporte y energía. El gobierno italiano está tratando de aumentar el atractivo de su país para inversores mediante reformas en su sistema tributario, bancario y financiero. El sistema tributario está siendo simplificado y se están implementando incentivos para atraer talento extranjero. El mercado bancario se está volviendo más accesible con créditos más simples de obtener.

La apertura del mercado internacional se beneficia de su localización geográfica favorable y un sector de exportación fuerte, aunque está algo limitada por un sistema burocrático ineficiente y presiones geopolíticas. Italia tiene acceso a múltiples mercados, ya que además de ser miembro de la eurozona también tiene acuerdos muy favorables con países de Asia y África.

La apertura comercial de Italia se caracteriza por un importante superávit comercial impulsado por las exportaciones de productos manufacturados de gama alta, como maquinaria y productos farmacéuticos. Como miembro de la UE, Italia se beneficia de un comercio libre de aranceles, ya que más del 60,0% de su comercio total se realiza dentro de la UE, beneficiándose de la proximidad geográfica y de la ausencia de barreras comerciales internas. Italia es un actor vital en el comercio mundial. Italia ocupando el puesto 16 de 27 mercados desarrollados y el puesto 53 de 202 mercados mundiales en cuanto a apertura comercial.

Las principales barreras comerciales a las que se enfrentan especialmente los países extracomunitarios en Italia son la burocracia aduanera y los retrasos que esta provoca, principalmente debidos a unos sistemas obsoletos basados en el papel y una digitalización lenta y costosa. Italia tiene barreras proteccionistas para proteger su mercado de productos con precios que podrían suponer una competencia desleal procedentes de países de fuera de la UE. Aunque el producto procedente de la UE está exento de aranceles, otras importaciones se enfrentan a tarifas del 15%.

El sistema legal italiano es transparente y su normativa está alineada con la legislación internacional, ofreciendo un entorno legal seguro para las empresas. El sistema legal no es del todo eficiente a la hora de combatir la corrupción, lo que podría suponer un riesgo legal para los inversores. Aunque la seguridad digital y la legislación sobre la propiedad intelectual son robustas, la práctica es en ocasiones compleja para las empresas.

Ainara Isasa

Directora de Basque Trade & Investment Italia

BASQUE TRADE & INVESTMENT ITALIA

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