República Checa y Eslovaquia

La relación empresarial entre la República Checa, Eslovaquia y Euskadi se centra en sectores clave como la automoción, la manufactura avanzada, la tecnología y la energía. Estas regiones, todas altamente industrializadas, comparten lazos comerciales y colaboraciones estratégicas, especialmente en innovación tecnológica y energías renovables. La empresa vasca mantiene una histórica presencia en la República Checa y Eslovaquia que ha propiciado numerosas interrelaciones comerciales y una creciente cooperación en el ámbito de la digitalización industrial y la Industria 4.0, impulsada por iniciativas europeas que facilitan el intercambio comercial y el desarrollo conjunto de proyectos industriales.

Dos países con una sólida presencia de empresa vasca

La República Checa y Eslovaquia, ambos países miembros de la Unión Europea y de la OTAN, han seguido trayectorias similares desde su separación en 1993, pero con algunas diferencias clave en su influencia global. República Checa juega un rol activo en la política de la UE, promoviendo políticas de seguridad energética y fortalecimiento de las fronteras del bloque. Por su lado, Eslovaquia a pesar de tener una influencia política global más limitada, sigue siendo un aliado firme en la OTAN y un actor relevante en el ámbito centroeuropeo.

República Checa es un mercado atractivo para inversores por sus políticas de exportación, su sector industrial maduro y su acceso a mercados europeos, tanto del este como del oeste, mientras que Eslovaquia, mantiene un atractivo estable enfocado especialmente en los sectores automovilísticos e industriales.

La República Checa tiene una economía diversificada y sólida, netamente exportadora, destacando en sectores como la industria automotriz, la tecnología y la manufactura avanzada, lo que le ha permitido una buena integración en las cadenas de suministro globales. Eslovaquia, por su parte, ha crecido significativamente en términos económicos, especialmente en la industria automotriz, siendo uno de los mayores productores per cápita de automóviles en Europa. Su dependencia de sus exportaciones es todavía mayor que el de República Checa.

Se espera que Republica Checa tenga un crecimiento moderado del PIB, ayudada por la bajada de la inflación y un moderado aumento de la demanda de consumo Europa. Se espera que la demanda de los mercados externos crezca significativamente en el periodo 2025-2028, con su respectivo impacto en el PIB checo. Eslovaquia por su parte, mantendrá igualmente un crecimiento moderado del PIB gracias también a la recuperación de la demanda externa. La industria automovilística continuará creciendo, por lo que se espera que el aumento del PIB se sostenga en el tiempo.​

El sector exterior de la República Checa y Eslovaquia está profundamente integrado en la economía europea, con un fuerte enfoque en la exportación, particularmente dentro de la Unión Europea, que es su principal socio comercial.

La economía checa está impulsada en gran parte por las exportaciones de automóviles, maquinaria, productos electrónicos y equipo industrial. Alemania es su mayor socio comercial, tanto en importaciones como en exportaciones, teniendo en la UE sus principales socios comerciales. El país ha buscado diversificar sus socios comerciales en los últimos años, fortaleciendo lazos con economías emergentes fuera de la UE. El pequeño déficit comercial que se espera en 2024 se transformará en un leve superávit en el periodo 2025-28 si aumenta como se espera la demanda externa.

Por otro lado, Eslovaquia, con un perfil exportador similar, es especialmente fuerte en la producción automotriz, siendo uno de los mayores productores de automóviles per cápita en el mundo, siendo Alemania también su mayor socio comercial. Además de los automóviles, exporta productos electrónicos y maquinaria. Al igual que la República Checa, Eslovaquia ha intentado diversificar su base de exportación hacia otros mercados internacionales, aunque la UE sigue siendo su principal destino comercial. Eslovaquia mantiene un moderado superávit comercial, que se espera que mantenga en el periodo 2025-28.

Ambos países dependen significativamente del comercio internacional y, por ende, las fluctuaciones económicas en Europa tienen un impacto directo en sus economías.

Los mercados de la República Checa y Eslovaquia se caracterizan por su integración con la Unión Europea, una economía de mercado abierta y una dependencia significativa de la industria manufacturera, especialmente la automotriz.

El mercado checo es uno de los más desarrollados de Europa Central y ha experimentado un crecimiento constante desde su integración en la UE, contando con unos sectores económicos muy fueres en la industria automotriz, con fabricantes como Škoda, producción de maquinaria, electrónica y equipos industriales y un sector tecnológico que ha crecido rápidamente, con un auge en startups y empresas de TI.

El mercado eslovaco también ha mostrado un fuerte crecimiento desde su entrada en la UE en 2004, con sectores similares a los de la República Checa, si bien mucho más dependiente del sector automotriz, con plantas de Volkswagen, Kia, Jaguar, Land Rover y PSA Peugeot. Igualmente es un importante productor de maquinaria, productos electrónicos y químicos y tiene una matriz energética dependiente de la energía nuclear.

Ambos son mercados atractivos por ofrecer buenas oportunidades para la inversión extranjera debido a su estabilidad, mano de obra cualificada y posición geográfica en Europa Central.

La República Checa se beneficia de una economía diversificada, con un sólido marco jurídico para las empresas extranjeras y amplios vínculos comerciales con sus principales socios comerciales europeos, gracias a la pertenencia del país a la UE. El sector financiero del país es maduro, con excelentes vínculos con las redes financieras internacionales y una gama de productos financieros a disposición de las empresas, incluidas las pequeñas y medianas, lo que aumenta su atractivo para la inversión. La fuerte dependencia del país de las exportaciones, en particular a la UE, lo hace vulnerable a las crisis económicas externas.

El papel del Estado en la economía checa es principalmente regulador, con un enfoque en mantener una economía de mercado sólida y competitiva dentro del marco de la Unión Europea. El gobierno interviene en sectores estratégicos, como la energía y el transporte, pero la mayoría de las industrias son privadas. La Republica Checa tiene un sistema tributario poco competitivo comparado con el resto de la UE. Además, el proceso de registro y pago de impuestos es largo y complicado. Fuera de su sistema tributario, la burocracia checa es altamente eficiente y accesible.

Eslovaquia, al igual que la República Checa, mantiene una intervención limitada del Estado en la economía, aunque ha adoptado un enfoque más favorable a la inversión extranjera con políticas fiscales que buscan atraer capital. El Estado sigue siendo un actor clave en sectores estratégicos como la energía.

Ambos países mantienen un enfoque equilibrado en la intervención estatal, promoviendo economías de mercado abiertas, con el Estado interviniendo principalmente en sectores estratégicos.

La República Checa y Eslovaquia, como miembros de la UE desde 2009, forman parte de la unión aduanera y un mercado único que les permite beneficiarse de un comercio libre de aranceles con sus homólogos de la UE. Ambos mantienen políticas activas de atracción de inversión, con incentivos que hace de ambos países muy atractivos para el inversor, especialmente en sectores industriales y en especial en el sector automotriz. Además, en ambos países las empresas extranjeras se benefician del mismo trato que las locales ante la ley.

La situación estratégica de los dos países en Europa Central los convierte en centros atractivos para el comercio y la inversión, con fácil acceso a los mercados de Europa Occidental y Oriental.

Ambos han desarrollado políticas de eliminación de barreras al comercio exterior, con los tipos arancelarios medios más bajos de Europa (2,9% de media en la Rep. Checa y un 1.5% en Eslovaquia) lo cual también se ve reflejado en los índices de apertura comercial, ocupando la República Checa el 24º puesto de 202 mercados mundiales, mientras que Eslovaquia ocupa el 18º.

El comercio internacional es un componente clave de la economía de la República Checa y de Eslovaquia, y ambos países mantienen en general pocas barreras comerciales. La mayoría de las barreras comerciales existentes para las empresas que importan a la República Checa y Eslovaquia son el resultado de las normas técnicas para algunas importaciones, que deben ajustarse a las normas de la UE y a los reglamentos antidumping. De ahí que las mercancías procedentes de fuera de la UE sean las más propensas a verse afectadas

El hecho de que las legislaciones en Republica Checa y Eslovaquia estén alineadas con la legislación europea hace que los inversores estén protegidos en ambos países, aunque con diferencias en ambos países. República Checa cuenta con un sistema para proteger los derechos de propiedad, hacer cumplir los contratos y garantizar el Estado de Derecho, lo que constituye una base fiable para las empresas nacionales y extranjeras. Además, el aparato burocrático checo es eficiente, rápido y fácil a la hora de registrar una empresa. El sistema legal puede ser algo lento, por lo que los litigios pueden tener un alto coste de tiempo y dinero.

El sistema jurídico eslovaco se ha fortalecido en las dos últimas décadas gracias a las reformas que lo han adaptado a las normas de la UE. Sin embargo, la ineficacia de la burocracia interna, los elevados costes administrativos y la insuficiente protección de la propiedad intelectual siguen siendo problemas importantes. La normativa sobre contratación pública carece de transparencia y el poder judicial es débil y propenso a largos retrasos, que dificultan los procedimientos de insolvencia y la ejecución de los contratos.

En términos de riesgo jurídico, República Checa ocupa el 27º puesto y Eslovaquia el 52º de 202 mercados a escala mundial.

Tomáš Buchtele

Director de Basque Trade & Investment República Checa y Eslovaquia

BASQUE TRADE & INVESTMENT REPÚBLICA CHECA Y ESLOVAQUIA

Jindřišská 939/20 Praha 110 00 / Czech Republic

Zámocká 30 Bratislava 811 01 / Slovakia

* Horario:

Lunes a jueves 07:30 a 16:00
Viernes 08:00 a 13:00

¿Cómo te podemos ayudar?

En Basque Trade & Investment te ayudamos en tu proceso de internacionalización, tanto si necesitas servicios personalizados como si buscas información para expandir tu empresa al extranjero.