Colombia

Colombia tiene una economía abierta que ha experimentado un importante crecimiento en los últimos años, convirtiéndose en un mercado atractivo para inversores internacionales gracias a su enclave estratégico, sus recursos naturales y el dinamismo y atracción de sus centros urbanos.

Un mercado dinámico, abierto y con grandes oportunidades

Colombia se ha mostrado como un país atractivo para la inversión extranjera directa. Hay una mejora en políticas públicas para el sector privado como la formalización del empleo, la reducción de la burocracia, el impulso de las alianzas público-privadas y el desarrollo de sus infraestructuras. Colombia ingresó en la OCDE en 2020 mejorando la protección del inversor. La llegada de Gustavo Petro a la presidencia de Colombia (2022-2026), siendo el primer presidente de izquierdas en la historia colombiana, ha generado cierta incertidumbre a la llegada de nuevas inversiones en sectores como el extractivo. El país continúa con problemas sociales, de violencia y una economía fuertemente ligada a la exportación de materias primas.

El crecimiento de la economía del país se ha ralentizado creciendo a un ritmo lento, un 0,6% en 2023 y un 1,1% esperado para 2024. Para 2025-2028 se espera un crecimiento del 3% del PIB anual. El contexto de desaceleración del incremento de la inflación repercutirá en el aumento del consumo de los hogares, que junto con la demanda externa favorecida por el crecimiento de la economía mundial impulsarán el crecimiento interno. El aumento del gasto social, pero con límites en el gasto debido al déficit presupuestario será otro de los factores que impulsen la economía colombiana.

El país mantiene su alta dependencia de las exportaciones de materias primas, principalmente del petróleo. Las importaciones han ido en aumento debido a una mayor demanda del mercado interno. Respecto a la balanza comercial, se prevé que el déficit de cuenta corriente respecto al PIB se amplíe en 2.9% para 2024 y 3.4% en el 2028. Se espera un aumento en el ingreso de divisas al país provenientes de las remesas que envían los trabajadores migrantes, principalmente desde USA, los ingresos por exportaciones del petróleo y los ingresos provenientes del turismo que llega al país. Hay poca probabilidad de que Colombia no pueda pagar sus deudas debido al constante flujo de inversión extranjera directa, la facilidad en su acceso a los mercados financieros y a las reservas internacionales del país.

Colombia se posiciona como un destino favorable para la recepción de inversión extranjera en varios sectores especialmente en el sector de comunicaciones, infraestructura, manufactura, comercio y servicios. Hay un buen potencial en el sector energético especialmente en proyectos de energía renovable, debido a la apuesta del actual gobierno en reducir el uso de combustibles fósiles y potencial fuentes energéticas alternativas como la eólica, la solar o el hidrógeno. En el sector servicios, pueden surgir oportunidades en relación con la puesta en marcha de las políticas sociales que el actual gobierno ha anunciado.

Aunque la economía de Colombia depende en buena parte de sus industrias extractivas, su posición geográfica como un paso entre el Pacifico y el Atlántico y sus acuerdos de libre comercio hacen que sea un país atractivo para los inversores internacionales. Se espera que el país experimente un crecimiento económico en 2024, gracias, en parte, a una política fiscal más laxa y una reducción de la inflación que provocarán el aumento del consumo privado. Las exportaciones de petróleo, que suelen significar la mitad de las exportaciones totales del país, crecerán en el corto plazo debido al bloqueo de ciertos países al petróleo ruso. A futuro, el país deberá continuar trabajando en la reducción de las tasas de corrupción para mantener el atractivo para los inversores internacionales.

Se espera que las nuevas políticas del gobierno influyan en el comercio a medio plazo, principalmente por el aumento de los tipos impositivos para las compañías petrolíferas y el aumento de los impuestos a las grandes fortunas. Debido al esfuerzo del actual gobierno para reducir la inflación, es posible que los efectos positivos de sus acciones sean notorios en los próximos años. Una de las políticas más polémicas del gobierno es la de prohibir la explotación de carbón en el futuro próximo, afectando a una de las principales industrias del país.

El gobierno actual está impulsando una transición económica que aleje al país de su dependencia de los combustibles fósiles. Esta transición será compleja, debido a la importancia estratégica de esa industria para la economía del país. Se espera que el impulso de las energías renovables, sobre todo el hidrogeno verde, cree grandes oportunidades en el futuro próximo. Colombia tiene múltiples acuerdos de libre comercio con otros países en la región y ha eliminado varias barreras al comercio, por lo que ha aumentado su atractivo para los inversores. Además, Colombia protege las inversiones y las propiedades de los inversores, por lo que es un país altamente atractivo para inversionistas extranjeros.

Colombia tiene aranceles parecidos a los de México, pero superiores a los de muchos otros países de América Latina como Chile o Perú. Para las importaciones provenientes de países con los que no se tiene ningún tipo de acuerdo de libre comercio, se han establecido tres tipos de aranceles: 0-5% sobre bienes de capital, bienes industriales y materias primas no producidas en Colombia, 10% para los productos manufacturados, con algunas excepciones; y 15-20% para los bienes de consumo. Hay ciertos productos estratégicos que tienen que pagar aranceles especiales, como el hierro, acero y otros metales o productos químicos orgánicos. Además, la regulación sobre la importación de maquinaria y productos químicos para el sector minero es muy estricta, con registros complicados y requerimientos técnicos rigurosos. El gobierno está aplicando algunas medidas para reducir los aranceles y aumentar la importación y la exportación.

La corrupción es el principal riesgo legal en Colombia. Aunque el gobierno esté aplicando medidas para solventarlo, la corrupción ahuyenta a los inversores debido al riesgo legal y reputacional que puede entramar para empresas multinacionales. Los sistemas administrativos han sido simplificados en los últimos años, haciendo que el proceso de registro y disolución de las empresas sea mucho más fácil. El mercado colombiano carece de leyes de propiedad intelectual fuertes y tiene un sistema legal poco efectivo a la hora de gestionar litigios, por lo que los riesgos legales de Colombia podrían suponer un problema para los inversores extranjeros.