Chile

Chile tiene una economía estable, con un potente sector financiero, estabilidad legal y políticas que favorece la inversión extranjera directa. La potente industria minera, una de las más importantes en el mundo, las posibilidades en sectores como las energías renovables y los ambiciosos planes de infraestructuras hacen de Chile uno de los mercados más atractivos de América del Sur.

Un país con grandes oportunidades en los sectores minero, energético y de infraestructuras

Chile es una economía de libre mercado con un historial de políticas públicas y macroeconómicas estables. Es el mayor productor y exportador de cobre del mundo y un importante productor de litio. El gobierno del presidente Gabriel Boric, pretende realizar reformas como la introducción de un nuevo esquema de regalías mineras, nuevas regulaciones ambientales y laborales más estrictas que pueden afectar al clima empresarial y de inversiones del país.

Se prevé un crecimiento del PIB real de un 2.8% en 2024, este aumento está relacionado con la demanda de minerales críticos como el litio y el cobre, así del impulso del hidrógeno verde, esenciales en la transición energética del país. Además, hay un contexto de estabilización de la inflación en la economía chilena, lo que incidirá en aumentar la capacidad de compra de los hogares. El clima político actual de estabilidad es favorable para la inversión extranjera. Las amenazas para el crecimiento de Chile están ligadas a que baje la demanda mundial de litio, cobre y a una desaceleración de China, principal destino de sus exportaciones

Se pronostica un déficit de cuenta corriente del 3.3% del PIB para 2024 y se espera que aumente el déficit en un 3.4% anual, entre los años 2025-2028. El déficit está relacionado con la salida de las ganancias obtenidas de la industria minera, pero la cuenta corriente del país entre los años 2024-2028 se estabilizará debido a los fuertes flujos de inversión extranjera directa, principalmente en energía renovable y minería. El país cuenta con una buena reserva de divisas y mantiene la capacidad de endeudarse con entidades como el FMI en caso de necesidad.

Chile se posiciona como un país atractivo para la inversión extranjera debido a que es una economía liberalizada, con un buen clima de negocios, leyes que protegen al inversor, estabilidad macroeconómica gracias a una inflación tradicionalmente controlada y una gestión fiscal adecuada. Además, cuenta con mano de obra calificada y valiosos recursos naturales, especialmente mineros. Su geografía puede ser un punto desfavorable, debido a los costes de transporte sobrevenidos a causa de la longitud del país. El gobierno actual tiene un plan de inversiones para desarrollar el sector ferroviario del país, que junto con el sector de las energías renovables, ofrece buenas oportunidades a las empresas de estos sectores.

Chile es atractivo para inversores debido a su sistema burocrático eficiente y su sistema legal fiable. Tras la desaceleración en 2023, se espera que Chile tenga un crecimiento económico en 2024. A medio plazo, se espera que la nueva reforma fiscal aumente la presión fiscal sobre las empresas en el plazo medio. Además, se espera que los altos costes de la energía, el agua y la mano de obra reduzcan los beneficios de la industria minera a corto plazo, por lo que el gobierno está promoviendo invertir en otros sectores.

El sector financiero chileno está protegido por una regulación estricta que protege los intereses de inversores extranjeros y locales. Además, las compañías chilenas se benefician de unos tipos de interés altamente competitivos. Uno de los principales obstáculos para los inversores extranjeros es el complejo sistema tributario del país, sistema que puede verse complejizado por una nueva reforma, ya que el gobierno quiere impulsar una nueva reforma para evitar la evasión de impuestos.

Chile tiene múltiples acuerdos de libre comercio con más de 65 mercados distintos, así como unas relaciones fuertes con aliados históricos. Chile es un país muy activo en el comercio internacional, conectando regiones como Latinoamérica, Europa o Asia. China y Estados Unidos son los dos principales aliados comerciales del país. Aunque el cobre sea el principal producto de exportación del país, la subida de los precios energéticos, de los precios del agua y de los salarios ha reducido su rentabilidad. La inversión extranjera directa es esencial para la economía chilena, por lo que el país no aplica restricciones a los inversores. Chile ofrece uno de los mercados de inversión más estables y abiertos de Latinoamérica, con una atmosfera amigable y transparente. El mayor riesgo para los inversores es el posible cambio de política estatal, que reduciría las oportunidades para las empresas.

No hay restricciones para las empresas extranjeras en Chile, de hecho, las empresas que operan en el país pueden ser 100% extranjeras sin requisitos de inversión local. La excepción a esto son ciertas industrias clave como la del transporte aéreo, transporte marítimo nacional, medios de comunicación y pesca o ciertas industrias estratégicas que están reservadas al estado como la explotación de depósitos mineros marítimos o localizados en áreas de importancia para la seguridad nacional. Una potencial reforma constitucional si finalmente sale adelante podría alterar el clima favorable para la inversión. Así mismo, se espera que la regulación medioambiental aplicable a la industria minera chilena sea más estricta en los años venideros ya que está siendo sometida a un escrutinio dada la alta polución de ésta.

Las reformas de la constitución y del sistema legal en Chile preocupan a los inversores, por lo que podría reducirse la inversión extranjera en el país. Los sectores de la minería, la agricultura y la infraestructura están bajo un escrutinio estricto, y se les está pidiendo que reduzcan su impacto ecológico y que respeten los derechos de las poblaciones indígenas. Aun con todo lo dicho, Chile sigue teniendo un sistema legal y regulatorio que favorece el comercio internacional, con un sistema judicial fuerte y con niveles de corrupción bajos en la región.